A quién se atiende

A personas que tengan problemas de:

    • Angustia, ansiedad y estrés
    • Obsesiones y comportamientos compulsivos
    • Depresión
    • Trastorno Bipolar
    • Problemas en la pareja
    • Síntomas psicosomáticos
    • Fobias y miedos
    • Problemas en el ámbito laboral
    • Dificultades para relacionarse con los demás
    • Ataques de pánico

 

 ¿Cómo salir de la depresión?

Munch. Melancolía

Melancolía de Edvard Munch

La depresión se caracteriza por una falta de interés general en los diferentes aspectos de la vida que suele ir acompañado de pensamientos negativos que se dirigen a uno mismo.

El ánimo triste suele persistir gran parte del tiempo.

Hoy, en día, es fácil camuflar este sentimiento pues el mundo altamente tecnológico en el que vivimos puede hacer que pasemos nuestro tiempo envueltos en una especie de nube que nos desconecta de nosotros mismo y nos “enchufa” directamente en el mundo virtual, donde se tiene la ilusión de que lo que allí ocurre es lo que importa.

¿Cómo volver a conectar con la realidad exterior?

¿Cómo hacer para que vuelva a ser interesante el desempeño de las actividades cotidianas?

¿Qué proyectos pueden entusiasmarnos?

Son las preguntas que pueden venir a despertarnos y desear darle otro rumbo a nuestra vida.

 

 

El trastorno bipolar

El trastorno afectivo bipolar es una categoría diagnóstica que se utiliza en los últimos años para describir estados emocionales que les ocurren a personas que pasan  de estados de exaltación y euforia a estados de tristeza y apatía.

Con frecuencia empieza a mostrarse esta tendencia en la adolescencia, por lo que es importante poder detectar a que se deben los repentinos y continuos cambios de humor cuando se dan en la pubertad o adolescencia.

La fase de exaltación, de euforia, que suele llamarse maníaca, suele caracterizarse por una gran profusión de ideas, de proyectos, con el sentimiento de una energía desbordante que anima a la persona a realizar muchas actividades, incluso a hacer muchos desplazamientos, pero en muchas ocasiones la misma agitación y movimiento del pensamiento impide llevar a cabo de una manera eficaz las acciones o los proyectos emprendidos. Incluso se tiene una percepción no realista de la situación. Es un momento de supervaloración del ego.

A lo que después de unos días, semanas, en las que las personas suelen acabar agotadas físicamente, comienza un estado de tristeza, de falta de fuerzas, los proyectos ya quedan alejados, como si la energía se hubiera ido, y la persona tiende a hacer un repliegue, dejando de hacer actividades, y rehuyendo el contacto con los demás, es entonces un momento de infravaloración del ego, de la persona.

Es aconsejable en esos momento iniciar un tratamiento que permita encontrar la solución para regular estos vaivenes de energía, de valoración, que es siempre una solución única y particular para cada persona.

 

Un cuerpo que habla

«Yo no sólo estoy en mi cuerpo como un piloto en su navío, sino que estoy tan íntimamente unido y como mezclado con él, que es como si formásemos una sola cosa». Descartes

La relación que cada persona tiene con su cuerpo es  compleja y en algunas ocasiones problemática. Podemos distinguir varias situaciones en las que se manifiestan malestares corporales:

.- Cuando hay síntomas en el cuerpo  que no se corresponden con una enfermedad orgánica, aunque no por ello son menos molestos.

.- Cuando aparece una alteración hipocondríaca, es decir un miedo desmedido e irracional a contraer enfermedades, lo que produce mucha preocupación a la persona que lo padece.

.- Las dolencias de las enfermedades psicosomáticas, en las que hay una ligazón fuerte entre los factores físicos y los psíquicos.

.- Y, cuando sí que hay una enfermedad física que produce síntomas crónicos en el cuerpo.

Todas estas situaciones pueden variar o mejorarse con el apoyo de un tratamiento psicológico. En los que no hay patología orgánica se puede descubrir qué llevo a la formación de ese síntoma y por qué se mantuvo; lo que generalmente lleva a su desaparición. En los casos en los que sí hay un origen orgánico está constatado que cuando las personas pueden hablar de sus dolencias se alivia gran parte el malestar psíquico que éstas producen.

 

 

¿Estoy deprimido?

agua y ramasLa depresión ha pasado a formar parte del vocabulario común para indicar ciertos estados de ánimo que a modo de vaivén envuelven a veces a algunas personas. “tener la depre”, “estar con la depre” suele ser el modo coloquial como se refieren a este estado tanto los que la padecen como los de su alrededor Asumiendo un estado de apatía y de desinterés por el mundo que les rodea: familia, amigos, estudios, trabajo… acompañado a veces de cansancio físico, inapetencia u otros síntomas en el cuerpo, como también pensamientos despreciativos o negativos. En ocasiones se asume como “natural” la aparición y desaparición de estos estados produciéndose una cronificación ya que la persona va asumiendo como parte de ella este estado emocional. Un trabajo psicológico permite detectar los signos que indican que algo no va bien, lo que facilita su análisis y da la posibilidad de que las personas puedan dar una respuesta diferente a lo que les causa problema.

 

El amor y sus dificultades

Los sentimientos son las primeras manifestaciones del vínculo afectivo con los demás.  Se experimentan , originalmente, en el entorno familiar y más adelante en la pubertad y en la adolescencia se inician las elecciones amorosas.¿A quién elegimos como pareja?

parejas modernasSi bien las condiciones de amor son del orden de lo más íntimo, de lo más desconocido para uno mismo, un “divino detalle” nos hace caer enamorados y entrar en el hipnotismo del amor, esta fase del enamoramiento se caracteriza por la exaltación y admiración de la persona amada.Habitualmente esta fase de enamoramiento va transformándose hacia otros estados y en ocasiones deriva hacia el desencuentro y el malestar.¿Por qué ese estado de exaltación se ha convertido en fuente de sufrimiento?¿Qué posiciones tomó cada uno en la pareja? ¿Qué se esperaba del otro? Estas y otras cuestiones pueden ponerse al trabajo para elucidar las causas que hacen del amor un sufrimiento.

 

¿Qué es un ataque de pánico?

El ataque de pánico es una emergencia súbita de la angustia. Ocurre pues de un modo imprevisto que deja a la persona en una situación de desconcierto con un sentimiento de irrealidad, al que inmediatamente después de este momento de suspensión del sentido, aparece normalmente un sentimiento de miedo intenso, que suele estar acompañado por síntomas físicos, a veces mareos, otras palpitaciones, o sudoraciones… cada uno responde con su cuerpo. Son episodios que dejan sumidos a la persona en una cierta perplejidad ¿por qué me ocurrió esto? ¿me volverá a pasar? ¿cómo puedo evitarlo? Por lo que muchas veces como protección se forman fobias en torno a la situación en la que se produjo el ataque de pánico, siendo la más generalizada y radical, la agorafobia, es decir el miedo a salir a la calle, lo que condiciona de un modo importante la vida de las personas  y suele tener consecuencias en el amor, la familia, los estudios, el trabajo, los amigos… Un tratamiento da la posibilidad de poner al trabajo este episodio y sus reacciones posteriores, que si bien se presentan como algo totalmente desconocido y sin saber por qué se ha presentado, puede descifrarse, lo que en sí tiene efectos terapéuticos y ayuda a la persona a entender mejor esa parte desconocida de sí misma.

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