«Yo no sólo estoy en mi cuerpo como un piloto en su navío, sino que estoy tan íntimamente unido y como mezclado con él, que es como si formásemos una sola cosa» Descarte
La relación que cada persona tiene con su cuerpo es compleja y en algunas ocasiones problemática. Podemos distinguir varias situaciones en las que se manifiestan malestares en el cuerpo:
.- Cuando hay síntomas en el cuerpo que no se corresponden con una enfermedad orgánica, aunque no por ello son menos molestos.
.- Cuando aparece una sintomatología hipocondríaca, es decir un miedo desmedido e irracional a contraer enfermedades, lo que produce mucha preocupación a la persona que lo padece.
.- Las dolencias de las enfermedades psicosomáticas, en las que hay una ligazón fuerte entre los factores físicos y los psíquicos.
.- Y, cuando sí que hay una enfermedad física que produce síntomas crónicos en el cuerpo.
Todas estas situaciones pueden variar o mejorarse con el apoyo de un tratamiento psicológico. En los que no hay patología orgánica se puede descubrir qué llevo a la formación de ese síntoma y por qué se mantuvo; lo que generalmente lleva a su desaparición.
En los casos en los que sí hay un origen orgánico está constatado que cuando las personas pueden hablar de sus dolencias se alivia gran parte el malestar psíquico que éstas producen.