Sobre el trastorno bipolar

El trastorno afectivo bipolar es una categoría diagnóstica que se utiliza en los últimos años para describir estados emocionales que les ocurren a personas que pasan de estados de exaltación y euforia a estados de tristeza y apatía.

Con frecuencia empieza a mostrarse esta tendencia en la adolescencia, por lo que es importante poder detectar a que se deben los repentinos y continuos cambios de humor cuando se dan en la pubertad o adolescencia.

La fase de exaltación, de euforia, que suele llamarse maníaca, suele caracterizarse por una gran profusión de ideas, de proyectos, con el sentimiento de una energía desbordante que anima a la persona a realizar muchas actividades, incluso a hacer muchos desplazamientos, pero en muchas ocasiones la misma agitación y movimiento del pensamiento impide llevar a cabo de una manera eficaz las acciones o los proyectos emprendidos. Incluso se tiene una percepción no realista de la situación. Es un momento de supervaloración del ego.

A lo que después de unos días, semanas, en las que las personas suelen acabar agotadas físicamente, comienza un estado de tristeza, de falta de fuerzas, los proyectos ya quedan alejados, como si la energía se hubiera ido, y la persona tiende a hacer un repliegue, dejando de hacer actividades, y rehuyendo el contacto con los demás, es entonces un momento de infravaloración del ego, de la persona.

Es aconsejable en esos momento iniciar un tratamiento que permita encontrar la solución para regular estos vaivenes de energía, de valoración de la persona, que es siempre una solución única y particular para cada persona.

 

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